Friday, July 04, 2008

Alex de la Iglesia: "Todos somos un poco asesinos"

En primer lugar preguntarte por ¿como ha sido adaptar una novela por encargo con tanto dialogo para un director tan visual como tu?
-Alex De La Iglesia: Esa es precisamente la razón por la que he hecho la película. Es una película de misterio, en principio es una película muy clásica, una Murder Mistery Movie, una de crímenes como las antiguas en la que hay que descubrir quien es el asesino. Lo que pasa es que la película transcurre en un ambiente universitario y los protagonistas son un profesor de lógica y un estudiante de matemáticas entonces el punto de vista es diferente. La acción no ocurre tanto en lo que hacen como en lo que dicen los personajes. Y es a mi lo que me pareció más interesante cuando Gerardo Herrero me propuso hacerla. Es cambiar el punto de vista a la hora de dirigir y centrarse en los personajes y en los diálogos. Y sin duda estamos haciendo una película de entretenimiento, de acción y misterio y lo maravilloso era encontrar la manera de emplazar la acción en los diálogos sin que perdiera el empaque visual que queria que tuviera la película. Esa confrontación entre dos aspectos en principio contradictorios era lo que me llamaba la atención.
¿Cómo ha sido trabajar en ingles y dirigir a los actores en ingles?
-A: Pues difícil sin duda. En ese sentido yo soy un poco de la escuela Garci, mi ingles no es perfecto en absoluto, he contado con la paciencia, con la inmensa paciencia de dos actores maravillosos como son John Hurt y Elijah Wood. He aprendido mucho y lo principal que he descubierto a la hora de dirigir a los actores es encontrar el tono en las frases, el tono en la manera de hablar los personajes y eso si he podido hacerlo gracias a ellos. Incluso he podido marcar la acentuación en cada frase porque estos actores lo maravilloso que tienen es que me ayudan a dirigir la película. Es como trabajar con actores que tuvieran un catalogó de interpretación. Ellos abren una guía y me dicen ¿Qué es lo que quieres?. Aquí tienes esta posibilidad aquí tienes esta otra, aquí puedo estar enfadado, aquí puedo estar triste, hasta aquí puedo llegar. Eso es absolutamente maravilloso, porque te da tranquilidad y libertad. Tu no eres el motor que empuja a los demás sino que son ellos los que te empujan a elegir entre sus infinitas posibilidades.
-En esta ocasión no hay humor…
A:“Perdita Durango” no era una comedia. Muchas de mis películas no son comedias. “Muertos de Risa” por ejemplo no era una comedia era una película particularmente desagradable sobre dos humoristas. En el caso de “El Día de la Bestia”, vista la película puede parecer una comedia pero cuando leían el guión los productores me decían ¿donde esta la gracia?. Y yo les decía te aseguro que esto puede resultar gracioso, pero en principio no era una comedia. En “Los Crímenes de Oxford” no quiero hacer comedia, es un drama y sobre todo es una película de misterio. Yo creo que no es conveniente mezclar una cosa con otra lo cual no significa que no lo vaya a hacer una comedia después. No estoy cambiando de rumbo, ni renunciando a lo que he hecho. Quiero disfrutar haciendo cine y que la gente disfrute conmigo. Quiero abordar los proyectos que me resultan atractivos, apasionantes, en la medida de que suponen algo nuevo para mi, un riesgo para ti, hay esta la emoción de rodar e incluso de vivir.
-¿Como fue trabajar con Elijah?.
A:Creo que Elija es un caso de actor que lleva trabajando desde los 8 años, no ha parado prácticamente y que para él es más normal rodar que vivir. Lo maravilloso de ello es que esa humildad y caballerosidad la tiene trabajando. No es normal, es extraordinario a la hora de trabajar, su entrega, a habido momentos complicados en la película. Me gustaría contar una anécdota que ya he contado varias veces muy ilustrativa de cómo es el trabajo con Elijah Wood. Rodábamos en un edificio histórico de, que para los londinenses son muy importantes, evidentemente. Tanto es así que se podía cruzar una carretera con un coche porque era terreno histórico pero conseguí que nos dejaran rodar en el tejado, porque sino rodábamos en el tejado la escena no valía para nada. Pero no nos dejaron entrar en el edificio. Y no nos dimos cuanta de eso hasta el día del rodaje en el que yo voy a entrar y me dicen nooo. Y yo ¿no íbamos a rodar en el tejado?. Si puedes rodar en el tejado pero no puedes entrar en el edificio para acceder al tejado. Vale, ¿entonces como vamos a hacer esto?. Perdimos unas preciosísimas horas de rodaje trayendo una enorme grúa para subir no solo los equipos al tejado sino también a los actores. Encima del tejado había una persona encargada de la seguridad, Health and safety, encargado de velar por el edificio y por la gente. Realmente estaba más por el edificio que por la gente. Mi maquinista tiene sesenta y pico años, ya ronda los 70. Se llama Freddy. Freddy con sus miles de años tuvo que pegar un salto de la grua al tejado, con la cámara a cuestas. Había alli unos simpáticos cables que se suponía que eran para agarrarte a ellos con un gancho cuando andabas por ahi. Pero en ese momento solo estaban allí para tropezarte con ellos y caerte al vacio. En esa situación perdimos horas. Y tenia que rodar 7 o 10 planos en una hora. Uno de los planos era la Elijah cayendo después de Burn Gorman le golpeara, en ese momento empezó a llover. Le dije a Elijah, mira tenemos que cambiar la posición de cámara porque llueve y no se tiene que ver que llueve, así que si no te importa lo cambiamos y lo hacemos en este suelo de estaño. Esto a bajo cero. Él estaba con un smoking absurdo cuando yo llevaba 35 jerséis y 25 gabardinas encima. Y él a pelo allí, le digo ahora es el momento en que caes y te tropiezas. Rodamos una toma , cae, se tropieza. Le digo que se nota un poco que pones la mano, ¿podrías no poner la mano? Y además se nota que llevas protecciones. Como el plano es tan corto se nota todo. ¿Te puedes quitar las protecciones y estrellar tu cara contra el suelo para este momento, por favor? (risas). Entonces Elijas alegre, porque siempre esta alegre, dijo “por supuesto, no problem”. Yo vi como su cara se estrellaba contra el estaño. Placa. Y me dice el cámara: “esta fuera de foco” (más risas). A todo esto seguía lloviendo a mares, el frio aumentaba y le digo a Elijah: ¿Puedes repetirlo por favor, sin las manos, con la cara, sin las manos y en esta cruz, tu nariz en la cruz?. Él: No problem. Lo volvió a hacer y tampoco quedo bien, y lo repetimos 7 veces. Y al final le dije a Elijah, por favor perdóname soy un desastre y el dijo algo que no olvidare nunca. It’s my job. Es mi trabajo es lo mejor que te pueden decir.
-A raíz del rodaje ¿Quería preguntarte por Películas para no dormir donde ya trabajaste con Leonor Watling?.
-A: Eso lo hicimos en cuatro semanas. Hay Leonor me ayudo mucho. Podíamos rodar una secuencia entera en una toma. Entonces ella tenia que construir los planos, primero te acercas aquí y haces el general, luego te alejas y haces el corto, luego el medio, miras hacia allí, que ya se que no hay nadie pero tu mira igual. Saluda, él esta allá, pero tu saluda ahí. La gente no sabe que cuando ruedas todo es mucho más mentira de lo que parece, hasta en una situación normal. Normalmente empezamos por el final, no he tenido la suerte de rodar cronológicamente.
-La película enfrenta dos formas de ver la vida, una muy teórica y otra más practica…
-A: Por supuesto que si, en todo guión hay dos flops, por un lado esta la trama que se desarrolla con los personajes y por el otro lado la subtrama lo que quieres contar y que unifica la película y nos da la sensación de estar viendo una película. Es difícil encontrar esa trama, es encontrar el resumen de la película en una frase o en frase y media. Intentas definir que es el padrino y es complicadísimo decir en una frase. Es la historia de un hombre que intenta vivir y descubre que la vida acaba destruyéndote. Es un camino a la destrucción. Son ideas muy generales pero que definen lo que estas contando. La peli es una confrontación entre dos formas de vida; una es de la persona que sabe demasiado, no solamente es una película de Hitchcock, es la verdad, cuando eres una persona como Seldon que lo ha estudiado todo y parece que lo ha conocido todo. Llega un momento en que descubre dos cosas, una no cree particularmente en nada, desconfía de todo y sobre todo intenta evitar la vida, refugiándose en los libros. Porque vivir duele. Es equivocarse y muchas veces esos errores terminan siendo insoportables. Sin embargo Martin es todo lo contrario. Es una persona que confía increíblemente en si mismo porque todavía no ha empezado la partida, a jugar la vida. Esta convencido de sus poderes cree que es posible descubrir la verdad, porque es mas listo que los demás. Los demás no han llegado a profundizar lo suficiente, cree que las cosas tienen sentido, cree que si te esfuerzas llegas algo, y quiere llegar a ese sentido profundo de las cosas que son los números. Detrás de las cosas hay números. Y si sabes descifrar los números, descifrar la realidad. Y de esas posturas enfrentadas sale la chispa que hace que se mueva la película. Desgraciadamente yo me encuentro entre ambas posturas, por un lado tengo una desconfianza de las cosas y por otro como Martin creo que al final el séptimo de caballería nos salvara a todos. Creo que las cosas, si no lo tienen, deberían tener un sentido. Ese sentimiento optimista me hace creer que tendría que haber una forma de averiguar cual es. La película es el viaje que emprende Martin y los obstáculos que le pone Seldon en su investigación. Resulta que el encontrar asesino de esa vieja le lleva a descubrirse a si mismo. Las razones por las que ha ido a esa casa, que no es casualidad. Va porque le interesa. Descubre un secreto detrás de las cosas, el que ha querido. Descubre en su búsqueda del asesino que todos somos un poco asesinos.
Silvia García Jerez

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